Viva Belgrado, Flores, Carne

Si no fuera todo culpa lo que rodea cualquiera mis pensamientos, si no fuera por el desencanto que nubla mis ojos, si no fuera por la decepción que arropa todos mis intentos, si no fuera por mis propios juicios que me mantienen en una constante huida, si no fuera por el tiempo perdido que construyó un castillo con mi soledad, si no fuera por todas las oportunidades marchitadas por el miedo, si no fuera así siempre, levantaría mi vista permanente del suelo por un instante, abriría los ojos aprovechando el descuido, abandonaría mi traje de suicida por un minuto, escogería una palabra entre millones, una en la que aún creo, una en la que espero que aún creas, y te diría “gracias”.

Aprovecharía ese minuto de confusión para dejar la máscara en el suelo. Me atrevería a decir mi nombre y desde ese momento el sudor acompañaría el sonido de mis palabras que hoy tendrían voz. Te diría que hay un momento en el que deseo que tus canciones sean infinitas y convertir el círculo de la repetición en mi propio refugio. Te diría que quiero que tu rabia me inunde hasta notar el dolor de las cuerdas ensangrentadas. Te diría que ojalá tus pensamientos remuevan mis sueños perdidos. Te diría que anhelo volver a creer que hay una cura para el insomnio. Te diría que deseo saber si habrá una repuesta para mi eterna pregunta.

Quiero que éste sea el instante en el que deje de perseguir un momento que nunca llega para volver a ser el cómplice y testigo de todos ellos. Quiero volver a recuperar mi propia vida a través de mi refugio de canciones infinitas, como si ahora también fuera el argumento de la historia mejor contada.

Quiero volver a repetir mi “gracias” con la suficiente fuerza como para que ahora sí puedas escucharme, tanto alto como si yo también pudiera escucharme.

“Gracias” Viva Belgrado.